Aseguremos el éxito del segundo gobierno de García
No debiéramos temer que el presidente García cause los mismos daños que nos regaló en su primer gobierno, pero si es muy importante que establezcamos como medir el desempeño de su segundo gobierno.
El Perú del 2006 es un país muy diferente del de 1985, nuestra economía es mucho más grande y diversificada; ha regresado la inversión a las regiones, principalmente en minería y agricultura; hemos avanzado mucho (excepto en saneamiento) en la provisión de servicios públicos; hay mayor transparencia en el manejo del estado; tenemos una sociedad y medios más alertas, demandantes y activos; nuestra economía está más integrada al mundo; y hay más ejemplos de países exitosos, de políticas públicas adecuadas al desarrollo y evidencias de superación de la pobreza.
Sin embargo, la situación del país sigue siendo insatisfactoria, no hemos logramos reducir la pobreza, no hemos logrado desarrollar nuestro potencial de crecimiento y prosperidad, no tenemos claro el camino del progreso, no tenemos confianza en nuestros líderes, instituciones y sobre todo en nuestro futuro. La sensación de los peruanos es de insatisfacción, falta de esperanza y pérdida de confianza generalizada.
¿Cómo debemos entonces medir el desempeño de este gobierno? A mi humilde entender, si no logramos cambiar la sensación de los peruanos sobre nuestro país en el 2011, este gobierno habrá fracasado; y no necesariamente porque estemos de nuevo en medio de una hiperinflación, o escasez de productos básicos, o reducción de los ingresos; sino, porque si a pesar de que la economía siga creciendo y mantengamos cierto nivel de inversión, no logramos un cambio profundo en nuestra sensación de futuro, no logramos que los peruanos sintamos que estamos encaminados hacia el bienestar general; el año 2011, el Perú estará en el borde del desbarrancadero, porque nuestra población correrá el riesgo de caer en la manipulación política del peor populismo latinoamericano.
Para lograr ese cambio profundo hay que tener prioridades claras, permítanme proponer tres grandes objetivos nacionales para los próximos cinco años:
Consolidar un crecimiento económico alto y sostenido
Iniciar una profunda revolución educativa
Reformar el Sistema Judicial
Hoy me referiré al primer objetivo.
Consolidar un crecimiento económico alto y sostenido
Según una excelente publicación del Banco Mundial: Perú – La oportunidad de un país diferente – Próspero, equitativo y gobernable, Giugale et al, Banco Mundial, 2006 – Capítulo 1 - La Importancia del Crecimiento para una Sociedad Próspera, Fretes-Cibils et al:
“La pobreza en el Perú se explica por una baja tasa de crecimiento económico promedio durante un tiempo considerable. Entre 1960 y 2004 el PBI per cápita del Perú se incrementó marginalmente en 0.7% al año, muy por debajo del crecimiento promedio de 2.7% alcanzado por los países en vías de desarrollo en ese mismo periodo, y la mitad del crecimiento promedio de los países latinoamericanos.”
“El incremento de la productividad en el Perú ha sido mínimo en las décadas pasadas. En los últimos 45 años, la productividad total de factores contribuyó casi nada al crecimiento: fue del orden de 0.1% del PBI al año desde 1960. (Corea del Sur = 2.1, Taiwan = 3.3, Chile y España = 1.9). Estas diferencias explican buena parte del sub-desempeño de la economía peruana.”
“No hay ningún sustituto para el crecimiento económico. En países como el Perú, que son relativamente más pobres pero no tan desiguales, el crecimiento económico por sí solo rendiría el mayor dividendo en cuanto a la reducción de la pobreza incluso si la distribución del ingreso permanece sin cambios. Por ello, en esta etapa de su desarrollo el Perú debiera concentrarse fundamentalmente en promover un crecimiento económico acelerado como la mejor estrategia para generar una prosperidad de amplia base”.
Lo peor es que este atraso relativo se sigue dando, según cálculos del Economist, entre el 2000 y el 2005, el crecimiento promedio del PBI de los países emergentes fue de 7.0%, mientras que el del Perú fue de 3.96% anual.
El potencial de crecimiento del Perú es inmenso y variado, el Perú debe crecer sostenidamente entre 7 y 10 % anual durante los próximos 15 a 20 años. No hay inclusión posible sin crecimiento económico, no hay desarrollo posible sin el desarrollo de la sierra, sin la inclusión de nuestros pobres en la economía de mercado, sin el aumento de la productividad de los oficios tradicionales, sin aumento de la inversión, las exportaciones y las infraestructuras.
El 2007 será el año clave para la orientación del Perú hacia la prosperidad, es hora de definir objetivos claros y comprometer nuestro apoyo a un gobierno que tiene que ser exitoso.
Feliz año 2007 y larga prosperidad para todos los peruanos.
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