SIERRA PRODUCTIVA
Publicado en El Comercio, Lima, 5 de Mayo del 2008
¿Se imaginan cómo sería el Perú si no tuviéramos pobreza en la Sierra?
¿Cómo sería nuestra patria si las familias campesinas de la sierra fueran unidades productivas integradas a los mercados nacionales e internacionales?
¿Qué sucedería si la migración cambiara de dirección y se diera de las ciudades de la costa a los pueblos de la sierra?
¿Cuál sería nuestra sensación de futuro si en las escuelas de la sierra se implantara educación funcional para capacitar a los niños en los oficios de sus padres, y a estos en administración básica y procesos de negociación y contratación?
¿Cómo serian nuestras organizaciones sociales y políticas si el Perú fuera un país de productores y de ciudadanos plenos, conscientes de sus deberes y sus derechos?
Hoy día, 30,000 familias de la sierra alto andina han dejado la pobreza mediante el programa de ‘Sierra Productiva’, un proyecto nacido en el Cusco en los años noventa y que desde el 2000 se ha venido replicando en seis regiones bajo el liderazgo de Carlos Paredes Gonzales y Haydee Romero de la ONG I.A.A., en alianza con la Federación Departamental de Campesinos del Cusco.
Sierra Productiva ha adaptado al hábitat serrano 18 tecnologías, empezando por el riego por aspersión, y ha logrado inmensos saltos de productividad, como pasar de los pastos naturales que daban un corte anual de 5 centímetros, a pastos cultivados que dan cinco cortes anuales de un metro cada uno, 100 veces más. Esto ha permitido la multiplicación de la producción de reses, cuyes, cerdos, leche, quesos, yogurt, hortalizas, tortas y Panetones. Además se han adoptado sistemas de producción de biogás, baños secos, cocinas mejoradas, deshidratadores de verduras, termas solares, sistemas de bombeo; y lo que es muy importante, planificación del desarrollo predial y familiar.
Todo esto ha permitido multiplicar los ingresos de las familias campesinas, que ahora consumen alimentos por el equivalente de S/. 500 mensuales y generan ingresos monetarios del orden de S/. 2,000 al mes, en predios de solo 1,000 metros.
Pero hay algo que es aun muchísimo más importante, Sierra Productiva ha logrado la trasformación de hombres y mujeres en pobreza extrema, excluidos y sin esperanza, a ciudadanos llenos de autoestima, con conocimientos técnicos y productivos, con una inmensa confianza en sí mismos y en el futuro de sus familias. Pero no solo han transformado sus vidas, entienden que la limosna se consume pero el conocimiento es para toda la vida, y son generosos más allá de sus comunidades, a través de los 1,700 Yachachiq (Yachay = Conocimiento, Chiq = El que enseña), los productores más desarrollados, que llevan sus experiencias a donde los invitan y para recibirlos luego en pasantías, que ya llegan a 20,000.
Sierra Productiva es una verdadera “Revolución Productiva, Económica y Social de la Sierra Rural Peruana”. El modulo básico de riego, huertos, animales menores y cocinas mejoradas cuesta en materiales externos S/. 1,100 por familia y conlleva una contribución familiar de S/. 2,400 en materiales locales y mano de obra, se instala en tres meses, y los resultados se dan casi de inmediato.
No hay nada más difícil de lograr que un proceso de cambio cuando se percibe ajeno a la realidad o diseñado en un laboratorio. Sierra Productiva es un proceso de cambio único, que está profundamente arraigado en el corazón del propio sujeto de cambio, el campesino, que lo asume como propio y por lo tanto tiene las mejores oportunidades de hacerse sostenible.
En la sierra rural peruana hay aproximadamente 1’200,000 familias, con 150 millones de dólares, en tres años, se puede iniciar la incorporación de 400,000 familias al mercado, al mundo moderno, al bienestar. Esta es la oportunidad que todos, gobierno, sector privado y cooperantes estábamos esperando para lograr en el Perú una sociedad incluyente, prospera y sostenible.
¿Se imaginan como será el Perú si apoyamos y potenciamos Sierra Productiva?
¿Cómo sería nuestra patria si las familias campesinas de la sierra fueran unidades productivas integradas a los mercados nacionales e internacionales?
¿Qué sucedería si la migración cambiara de dirección y se diera de las ciudades de la costa a los pueblos de la sierra?
¿Cuál sería nuestra sensación de futuro si en las escuelas de la sierra se implantara educación funcional para capacitar a los niños en los oficios de sus padres, y a estos en administración básica y procesos de negociación y contratación?
¿Cómo serian nuestras organizaciones sociales y políticas si el Perú fuera un país de productores y de ciudadanos plenos, conscientes de sus deberes y sus derechos?
Hoy día, 30,000 familias de la sierra alto andina han dejado la pobreza mediante el programa de ‘Sierra Productiva’, un proyecto nacido en el Cusco en los años noventa y que desde el 2000 se ha venido replicando en seis regiones bajo el liderazgo de Carlos Paredes Gonzales y Haydee Romero de la ONG I.A.A., en alianza con la Federación Departamental de Campesinos del Cusco.
Sierra Productiva ha adaptado al hábitat serrano 18 tecnologías, empezando por el riego por aspersión, y ha logrado inmensos saltos de productividad, como pasar de los pastos naturales que daban un corte anual de 5 centímetros, a pastos cultivados que dan cinco cortes anuales de un metro cada uno, 100 veces más. Esto ha permitido la multiplicación de la producción de reses, cuyes, cerdos, leche, quesos, yogurt, hortalizas, tortas y Panetones. Además se han adoptado sistemas de producción de biogás, baños secos, cocinas mejoradas, deshidratadores de verduras, termas solares, sistemas de bombeo; y lo que es muy importante, planificación del desarrollo predial y familiar.
Todo esto ha permitido multiplicar los ingresos de las familias campesinas, que ahora consumen alimentos por el equivalente de S/. 500 mensuales y generan ingresos monetarios del orden de S/. 2,000 al mes, en predios de solo 1,000 metros.
Pero hay algo que es aun muchísimo más importante, Sierra Productiva ha logrado la trasformación de hombres y mujeres en pobreza extrema, excluidos y sin esperanza, a ciudadanos llenos de autoestima, con conocimientos técnicos y productivos, con una inmensa confianza en sí mismos y en el futuro de sus familias. Pero no solo han transformado sus vidas, entienden que la limosna se consume pero el conocimiento es para toda la vida, y son generosos más allá de sus comunidades, a través de los 1,700 Yachachiq (Yachay = Conocimiento, Chiq = El que enseña), los productores más desarrollados, que llevan sus experiencias a donde los invitan y para recibirlos luego en pasantías, que ya llegan a 20,000.
Sierra Productiva es una verdadera “Revolución Productiva, Económica y Social de la Sierra Rural Peruana”. El modulo básico de riego, huertos, animales menores y cocinas mejoradas cuesta en materiales externos S/. 1,100 por familia y conlleva una contribución familiar de S/. 2,400 en materiales locales y mano de obra, se instala en tres meses, y los resultados se dan casi de inmediato.
No hay nada más difícil de lograr que un proceso de cambio cuando se percibe ajeno a la realidad o diseñado en un laboratorio. Sierra Productiva es un proceso de cambio único, que está profundamente arraigado en el corazón del propio sujeto de cambio, el campesino, que lo asume como propio y por lo tanto tiene las mejores oportunidades de hacerse sostenible.
En la sierra rural peruana hay aproximadamente 1’200,000 familias, con 150 millones de dólares, en tres años, se puede iniciar la incorporación de 400,000 familias al mercado, al mundo moderno, al bienestar. Esta es la oportunidad que todos, gobierno, sector privado y cooperantes estábamos esperando para lograr en el Perú una sociedad incluyente, prospera y sostenible.
¿Se imaginan como será el Perú si apoyamos y potenciamos Sierra Productiva?