Saturday, August 19, 2006

La Agenda Interna

Publicado en La Primera, Lima (20/8/06)

Gracias a la negociación del TLC con los Estados Unidos, para unos como complemento y para otros como oposición a ella, por fin los peruanos empezamos a debatir sobre la llamada agenda interna. ¿Pero qué debemos entender por agenda interna? - ¿El complemento de la apertura, el camino alternativo, o la síntesis de nuestras estrategias de desarrollo?

A mi me parece que la ‘Agenda Interna’ es justamente la estructura de objetivos nacionales que permiten enrumbar el Perú hacia el desarrollo y éste solo puede ser entendido cabalmente, si lo definimos como desarrollo integral, en lo económico, social e institucional; inclusivo y sostenible.

A pesar del inmenso potencial de desarrollo del Perú, somos un país pobre porque nunca hemos logrado articular una visión de futuro y una estrategia consistente de desarrollo. Sin una visión de largo plazo y sin entender el mundo en que vivimos, nos hemos pasado décadas en desplazamientos pendulares de afirmación y negación de opciones de políticas de desarrollo, en base a enfoques ideológicos, entrampamientos coyunturales, y creyendo que la solución a nuestros males está en una nueva constitución o en las letras del mar legislativo y regulatorio con el que siguen bombardeándonos y paralizándonos, nuestros gobiernos.

No hemos llegado a entender que la estrategia de desarrollo de un país puede albergar distintas visiones ideológicas, siempre y cuando éstas no sean extremistas, como se puede comprobar de los exitosos programas de desarrollo, de sólidas economías de mercado, liderados por los gobiernos socialistas de Nueva Zelanda, Irlanda o Chile.

Por eso es que siempre ha sido muy importante poner el TLC en el contexto de nuestra estrategia de desarrollo. No podemos ver el TLC como una agenda externa desconectada de la llamada agenda interna, el TLC y en general la apertura de nuestra economía, es parte fundamental de nuestra agenda interna. ¿Por qué? Porque lo que necesita nuestra economía es crear un largo ciclo de aumento de la productividad a lo largo y ancho del país, entre las empresas formales e informales, en nuestro sector moderno y en nuestro sector tradicional; y en el mundo de hoy, las mejores probabilidades de lograr éste se dan si podemos generar una revolución productiva e institucional que posibiliten una revolución social.

Veamos. Según lo dicho más arriba el desarrollo debe ser integral, inclusivo y sostenible. En otras palabras, no podemos privilegiar lo económico o lo social, tenemos que hacer un esfuerzo de avance paralelo en los tres grandes componentes del desarrollo, los económicos, sociales e institucionales. Ya en otras ocasiones he escrito sobre los detalles de los tres componentes y lo seguiré haciendo en el futuro, ahora me limitaré al aspecto económico.

Desarrollo Económico Inclusivo

Como hemos comentado antes, la estrategia de desarrollo chilena de las últimas décadas se basó explícitamente en dos grandes avenidas, la integración de su economía al mundo global y el desarrollo de sus infraestructuras internas. A mi parecer el Perú necesita promover las mismas avenidas, añadiendo una adicional, que por nuestra estructura de exclusión social es indispensable, el acceso de los pobres a la economía de mercado.

1. Integración de la economía peruana al mundo global

Para aumentar la productividad de nuestra economía es indispensable ampliar nuestros mercados, promover la inversión de calidad y de largo plazo e incentivar la transferencia de tecnología. Los TLC con los EEUU, con la Unión Europea y con nuestros más importantes socios comerciales del Asia, son la mejor forma de avanzar en esta dirección. Igualmente importante es la integración física con el Brasil.

Así como una economía cerrada es para los pocos privilegiados, una economía abierta es para los muchos. El TLC no se ha hecho, ni es para el 2% de las empresas, ni para el 3% del agro. Como ya hemos visto en ocasiones anteriores, en el agro, donde está la mayoría de nuestros pobres, el TLC puede beneficiar a la gran mayoría de nuestros campesinos, probablemente en el orden del 80% de ellos.

2. Desarrollo de las infraestructuras internas

Como lo ha detallado el IPE, nuestro déficit de infraestructuras internas es inmenso, pero más allá del volumen del esfuerzo pendiente, es muy importante entender que la superación de nuestras carencias tiene un impacto muy importante en el aumento de la productividad de nuestra economía, al disminuir sustancialmente los costos de transacción, y al democratizar el acceso al mundo moderno.

3. El acceso de los pobres a la economía de mercado

Para complementar las dos avenidas de anteriores, y sobre todo para tener una estrategia explícita de desarrollo inclusivo, es indispensable promover que nuestros pobres puedan beneficiarse de los avances tecnológicos del mundo moderno, tanto en sus vidas familiares, como en sus vidas productivas. Esto, por supuesto requiere una mejora sustancial de los aspectos educativos, de salud, justicia y seguridad, pero además es indispensable buscar el aumento de productividad de los oficios tradicionales entre los campesinos, ganaderos, pesqueros, artesanos y otros.

Para lograr esto es indispensable desarrollar una agenda múltiple que abarca los siguientes aspectos:

- La propia ampliación de los mercados a través de los TLC y el IIRSA.
- Igualmente, el desarrollo de las infraestructuras internas
- El acceso al crédito
- La titulación
- La capacitación societaria, fundamentalmente para que puedan contratar con terceros y defender legalmente sus intereses
- Capacitación técnica
- Cadenas productivas, como ya se están formando todos los días en el sector de confecciones, pero sobre todo en el campo
- Pools de maquinarias
- Simplificación administrativa y tributaria
- Educación funcional a los requerimientos laborales

Todo esto es parte de nuestra agenda interna, la apertura, las infraestructuras y la incorporación de nuestros pobres, todo dirigido a aumentar la productividad, todo dirigido a crear el desarrollo inclusivo. ¡Que bien que empecemos a debatir la agenda interna!

Saturday, August 05, 2006

Desde la ciudadanía

Publicado en La Primera, Lima, (6/8/06)

Empezó el segundo gobierno de García, y si bien es entendible nuestro alivio y la esperanza de que lidere un buen gobierno, ojala los ciudadanos no caigamos en pensar que la profunda transformación que requiere nuestra nación, está solo en manos del gobierno. La transformación de nuestra patria demanda que la nación en su conjunto se vuelque a un esfuerzo colectivo en búsqueda de un desarrollo integral, inclusivo y sostenible en el largo plazo.

Se nos vienen cinco años cruciales para afirmar la verdadera libertad, la libertad política y la libertad económica, que en el mundo de hoy, y según la experiencia exitosa de muchísimos países, en todas partes del planeta, se alcanzan a través del fortalecimiento de la democracia y de la economía de mercado, respectivamente.

Una buena parte de nuestra clase política ha tardado décadas en entender y asumir los valores de la democracia, pero lamentablemente, gran parte de ella todavía no entiende que el camino al bienestar general, pasa también por consolidar una sólida economía de mercado. Sobre ésta tenemos muchas confusiones, creemos que es necesario apellidarla como economía social de mercado, para que sea aceptable al latido de nuestros corazones; la acusamos de insensible, fría y absolutista, y de querer eliminar el estado, sin entender que no hay una verdadera economía de mercado sin un estado sólido y fuerte; no entendemos, como dice Jean-Francois Revel, que “La economía de mercado, se basa en la libertad de empresa y el capitalismo democrático, disociado del poder político pero asociado al estado de derecho.

Los ciudadanos comprometidos con el futuro de nuestro país, tenemos la obligación de participar en la formación de las soluciones a nuestros grandes problemas nacionales y espero que el gobierno tenga la amplitud de mente para aceptar y propiciar un debate respetuoso sobre sus propuestas y decisiones, así como oídos grandes para escuchar las propuestas y las críticas constructivas de los ciudadanos.

Con ese tono quiero comentar tres temas que me parecen de importancia, pasando por decir que encuentro en la conformación del gabinete liderado por Jorge del Castillo, el mejor parlamentario del gobierno anterior, buenas razones para confiar en un ejecutivo ponderado, sensible y abierto al diálogo, y para comprometer mi humilde apoyo pro-positivo a su gestión.

Las remuneraciones del estado

Está muy bien mostrar indignación con la indolencia del estado, es también adecuado que los funcionarios electos y los ministros, sacrifiquen sus expectativas de ingresos, (cada parlamentario le cuesta al país 800,000 dólares por año – cien millones entre 120), pero los funcionarios de carrera en el estado, merecen una gran consideración, y si bien es indispensable recrear un estado frugal, este tiene que construirse sobre la base de los mejores profesionales y si nos vemos obligados a hacer ciertos recortes, por lo menos usemos un lenguaje considerado.

La libre desafiliación de las AFPs

Si bien este tema no se ha definido aun, aparentemente se estaría esperando una inminente definición del gobierno sobre su regulación. El tema de las pensiones es uno de los más difíciles de administrar, su incidencia se da en el largo plazo y muchas veces no se pueden enmendar los problemas, si no los analizamos cuidadosamente, con toda la anticipación posible. En el Perú estamos acostumbrados a apurar iniciativas legislativas, y limitar su debate al que se produce en las comisiones parlamentarias, pero hay ciertos temas que requieren sensibilizar a la población en base a análisis técnicos y no solo políticos, que deben contar con el aporte de especialistas independientes y con varias oportunidades de reflexión. Ojala en un tema tan importante como este, antes de apurar una definición legislativa, pudiéramos los ciudadanos recibir un análisis que nos permita entender cada uno de los problemas que deben resolverse, cuales son las opciones identificadas, y cuales son los beneficios y costos de cada una de ellas. Si queremos alcanzar a Chile, hagamos como ellos, estudiemos y debatamos con seriedad los temas de mayor trascendencia, antes de llegar al debate político.

La contribución de las empresas mineras

Es fácil imaginarse que una empresa que ya comprometió sus recursos de inversión, se encuentre en una situación difícil y sin muchos grados de libertad, cuando la presión política pretende cambiar las reglas del juego, por más grandes razones y justificaciones que se enarbolen. Pero, yo me pregunto, ¿gana el país cuando una empresa acepta ‘de buena voluntad’ dar mayores aportes económicos al estado? En el corto plazo, sí, se obtienen más recursos. Pero ¿qué puede pensar una empresa que todavía no ha invertido en el Perú, si ahora que tenemos una situación fiscal relativamente holgada, y que podemos mejorar sustancialmente el alcance y la efectividad de los programas sociales, en vez de reconocer los importantes esfuerzos que ya están haciendo las empresas mineras en programas sociales y de extensión productiva, y de incentivarlos a ampliar su alcance; los presionamos haciendo consentir a la opinión pública que son unos monstruos insensibles? ¿Los que están por venir, tendrán ganas de invertir y comprometer sus recursos en el largo plazo? ¿Atraeremos así la inversión de mayor calidad? ¿Llegaremos así a invertir del 25 al 30% de nuestro PBI, que es indispensable para poder garantizar la eliminación de la extrema pobreza en un plazo corto?

Confianza en el futuro es la clave del éxito. Confianza en el futuro requieren nuestros jóvenes para suprimir sus planes de migración, confianza en el futuro necesitan los inversionistas para apostar por nuestro país.

Mis más amplios deseos de éxito al nuevo gobierno del Presidente García.