Tuesday, July 28, 2009

¡Vamos Perú! – Es solo una Batalla

Bagua, Sicuani y Andahuaylas, un recto y dos jabs, groguis y listos para tirar la toalla. ¡Qué papelón!

Hace poco estábamos en uno de nuestros mejores momentos, la confianza de los peruanos en su futuro individual, familiar y empresarial crecía y se expresaba en acciones concretas. Cada día invertíamos más, en mega-proyectos y moto-taxis, la economía crecía y se reducía la pobreza. Todos sabemos del progreso logrado durante los últimos años en el Perú urbano, costa, sierra, selva, y en la costa rural.

Pero no era así en la sierra y selva rurales, donde no hay presencia de Estado ni Mercado.

Sin sensibilidad por semejante déficit, y sabiendo que se jugaban partidas simultaneas de ajedrez político, el gobierno y demás dirigencias políticas dejaron descubiertos nuestros flancos débiles, no desarrollaron, ni recogieron de la sociedad civil, agendas ofensivas para vencer la pobreza dura.

Se continuó con el asistencialismo, que no enciende la chispa de entusiasmo de las poblaciones excluidas por un cambio hacia la modernidad.

Da pena ver al gobierno bajar sus banderas de profundización del desarrollo; a la oposición ‘responsable’, incendiar las praderas; el pesimismo que empieza a cundir entre inversionistas y ciudadanos ante la falta de liderazgo una clase dirigente sin ideas que permitan alumbrar el camino de las próximas batallas.

Más allá del potencial de crecimiento del Perú moderno, hoy tenemos como vencer la pobreza en la selva y sierra rural.

Para la selva, los libros de Antonio Brack Egg que explican el potencial de creación de empleo, que solo por la explotación racional de bosques y acuicultura podría llegar a 500,000 puestos permanentes. Aprovechemos la presencia de Brack en el gobierno para explicarles a nuestros jóvenes sobre sus posibilidades de desarrollo, sin que deban migrar o caer en las garras del narcotráfico o de taladores ilegales.

Para la sierra rural, SIERRA PRODUCTIVA es una propuesta de cambio sostenible de profundo impacto. Nació de abajo, de la visión y laboriosidad de una pequeña ONG y de la Federación Regional de Campesinos del Cusco. 30,000 familias alto-andinas ya salieron de la pobreza. Los pueblos demandan Sierra Productiva.

Este programa ha sido resistido por innumerables instancias del gobierno, ninguneado por la oposición ‘responsable’, y combatido por la izquierda tradicional.

¿Podemos permitirnos no tener una agenda ofensiva para terciar en los llamados conflictos sociales?

Contando con las capacidad para enfrentar los problemas más duros, no podemos dejarnos amilanar por quienes no tienen propuestas y pretenden imponer sus agendas políticas en nombre de los pobres que no representan.

Sigue siendo el mejor momento del Perú, Bagua, Sicuani y Andahuaylas deben servir para comprometer nuestra acción por construir un país exitoso e inclusivo.

Sunday, July 12, 2009

Garcia ‘El Nuevo’

Es indudable que el Presidente Garcia en su segundo régimen es otra persona. Ha evitado escrupulosamente los errores de su primer gobierno, dejando el verbo y la acción de las izquierdas latinoamericanas de los años 60. Hay que reconocer que las experiencias de cambio de la política internacional de las últimas décadas, con el advenimiento de las economías de mercado en los exitosos países asiáticos, de Europa del Este y de otros casos notorios de avance económico y social, han permitido que un hombre inteligente no navegue contra el sentido de la historia.

Así es que su prédica desde el gobierno se basa en la promoción del crecimiento económico, la inversión privada y la apertura de la economía, acompañada por y la tradicional propuesta de ampliación de los programas sociales asistencialistas. Los resultados no se han hecho esperar. El Perú que ya ha mantenido la misma dirección básica de importantes políticas económicas durante quince años, ha logrado, hasta antes de la crisis internacional, un muy aceptable ritmo de crecimiento con creación de empleo y reducción de la pobreza, asentado mayormente en las regiones.

Es indudable la transformación positiva del país, el crecimiento de los ingresos y del bienestar en el Perú urbano cubre las ciudades de la costa, sierra y selva. Además la costa rural ha sido incorporada al mercado con una dinámica muy interesante, que conlleva un buen nivel de inversión, creación de empleo y transferencia de tecnología. Hay que darse cuenta lo que significa que los hijos de los campesinos costeños tradicionales, trabajen en las faenas de campo, industria y servicios de los fundos modernos con tecnología de punta.

Pero hay un Perú que esta fuera de los circuitos de la modernidad, la sierra y la selva rurales; donde no hay presencia ni del Estado, ni del Mercado; y por supuesto, donde la visión y acción del Presidente Garcia y su gobierno, tampoco llega.

En la sierra y selva rurales está concentrada la mayor parte de nuestra pobreza dura. La verdad es que nunca hemos tenido ninguna propuesta seria que permita esperar la superación sostenida de la pobreza de estas regiones. Solo recientemente han aparecido propuestas concretas de superación permanente de la pobreza rural en la sierra y en la selva, con planteamientos de incremento de la productividad y sus consiguientes beneficios económicos, sociales e institucionales.

Estas propuestas son la de Sierra Productiva de los Yachachiq promovida por Carlos Paredes Gonzales, y los planteamientos de Antonio Brack Egg sobre el desarrollo sostenible de la selva, en que demuestra que solo con la explotación racional de los bosques y la acuicultura, se pueden generar más de medio millón de empleos permanentes.

Sierra Productiva ha adaptado al hábitat serrano 18 tecnologías, empezando por el riego por aspersión, y ha logrado inmensos saltos de productividad, permitiendo multiplicar los ingresos de las familias campesinas, que ahora consumen alimentos por el equivalente de S/. 500 mensuales y generan ingresos monetarios del orden de S/. 2,000 al mes, en predios de solo 1,000 metros. Pero hay algo que es aun muchísimo más importante, Sierra Productiva ha logrado la trasformación de hombres y mujeres en pobreza extrema, excluidos y sin esperanza, a ciudadanos llenos de autoestima, con conocimientos técnicos y productivos, con una inmensa confianza en sí mismos y en el futuro de sus familias.

Lo alucinante es que Sierra Productiva viene siendo saboteada por los políticos supuestamente más vinculados y preocupados por los temas de la pobreza, los de la izquierda, y por el gobierno, que ha evitado su apoyo efectivo con todo tipo de disculpas. Algo que cuesta trabajo entender, quien sabe si piensan que repartiendo dinero pueden lograr buenas fotos de reducción de la pobreza, sin importar que ésta sea sostenible, ya verá el próximo como hace.

Hay pues una inconsistencia en la evolución del pensamiento desarrollista del Presidente Garcia, que no llega a entender, ni a actuar en las áreas de exclusión, allá donde no está el Estado ni el Mercado, y donde más se necesitaba su nuevo liderazgo.

De Pizango su visión

El año pasado tuve la oportunidad de debatir con Alberto Pizango, el radical líder de Aidesep que pretende representar a todos los habitantes de nuestras selvas.

En dicho evento después de unas rondas descorazonadoras para el entendimiento racional del tema, de pronto el señor Pizango planteó la necesidad de tener una visión de desarrollo de la selva. Ni corto ni perezoso tomé el guante para ofrecer mi apoyo, solo para que el dirigente apurara su ‘visión’, ya preestablecida, diciendo: “mi visión es una selva sin concesiones forestales, petroleras o de gas”, cerrando cualquier opción de analisis y de dialogo sobre lo que podría ser una visión compartida del desarrollo de la selva peruana.

Sorprendentemente, otro panelista, el señor Glave de Desco, se sumó al planteamiento de Pizango.

Ante esta tozudez de los que se dicen representantes de nuestras selvas, no me quedo otra cosa que compartir con ellos y el público asistente, lo que hace algunos años comenté sobre lo que podría ser un cambio positivo en la selva, y sobre lo que, ahora, después de conocer y escuchar al señor Pizango, sería mi nueva y triste visión.

Entonces “Yo me imaginaba una selva donde en vez de tener aeropuertos clandestinos desde los que despegan avionetas cargadas de droga, tuviéramos una selva con grandes aeropuertos formales desde los que despegaran Jumbos cargados de los productos de nuestra acuicultura, como podría ser el Paiche, de deliciosa carne blanca y alto Omega 3”.

Pero después de escuchar a Pizango, comenté: “Si lamentablemente, el señor Pizango tuviera éxito en imponer su visión, yo vería en el futuro una selva poblada solo de ancianos, porque nuestros jóvenes selváticos habrían migrado, en búsqueda del bienestar, lejos de Pizango y cerca del mundo moderno que ellos merecen y desean para sus propias vidas”.

No nos dejemos engañar por los falsos representantes de los pueblos, nuestra gente ya aprendió que su futuro depende de su esfuerzo; que la modernidad, a pesar de sus costos, es mejor que la exclusión; saben que en el mundo de hoy se pueden producir todo tipo de bienes cuidando el medio ambiente y los derechos de las comunidades; saben que las ONG que apoyan a sus dirigentes no los van a mantener ni a darles una vida digna, ellas solo mantienen a sus ‘Felipillos’.

Nuestros jóvenes no quisieran migrar, ayudémoslos con mayor información y un mejor debate, para que ellos mismos puedan dirigir la creación de su propio futuro, en sus selvas, siendo al mismo tiempo, ciudadanos del mundo.