La Agenda Interna
Publicado en La Primera, Lima (20/8/06)
Gracias a la negociación del TLC con los Estados Unidos, para unos como complemento y para otros como oposición a ella, por fin los peruanos empezamos a debatir sobre la llamada agenda interna. ¿Pero qué debemos entender por agenda interna? - ¿El complemento de la apertura, el camino alternativo, o la síntesis de nuestras estrategias de desarrollo?
A mi me parece que la ‘Agenda Interna’ es justamente la estructura de objetivos nacionales que permiten enrumbar el Perú hacia el desarrollo y éste solo puede ser entendido cabalmente, si lo definimos como desarrollo integral, en lo económico, social e institucional; inclusivo y sostenible.
A pesar del inmenso potencial de desarrollo del Perú, somos un país pobre porque nunca hemos logrado articular una visión de futuro y una estrategia consistente de desarrollo. Sin una visión de largo plazo y sin entender el mundo en que vivimos, nos hemos pasado décadas en desplazamientos pendulares de afirmación y negación de opciones de políticas de desarrollo, en base a enfoques ideológicos, entrampamientos coyunturales, y creyendo que la solución a nuestros males está en una nueva constitución o en las letras del mar legislativo y regulatorio con el que siguen bombardeándonos y paralizándonos, nuestros gobiernos.
No hemos llegado a entender que la estrategia de desarrollo de un país puede albergar distintas visiones ideológicas, siempre y cuando éstas no sean extremistas, como se puede comprobar de los exitosos programas de desarrollo, de sólidas economías de mercado, liderados por los gobiernos socialistas de Nueva Zelanda, Irlanda o Chile.
Por eso es que siempre ha sido muy importante poner el TLC en el contexto de nuestra estrategia de desarrollo. No podemos ver el TLC como una agenda externa desconectada de la llamada agenda interna, el TLC y en general la apertura de nuestra economía, es parte fundamental de nuestra agenda interna. ¿Por qué? Porque lo que necesita nuestra economía es crear un largo ciclo de aumento de la productividad a lo largo y ancho del país, entre las empresas formales e informales, en nuestro sector moderno y en nuestro sector tradicional; y en el mundo de hoy, las mejores probabilidades de lograr éste se dan si podemos generar una revolución productiva e institucional que posibiliten una revolución social.
Veamos. Según lo dicho más arriba el desarrollo debe ser integral, inclusivo y sostenible. En otras palabras, no podemos privilegiar lo económico o lo social, tenemos que hacer un esfuerzo de avance paralelo en los tres grandes componentes del desarrollo, los económicos, sociales e institucionales. Ya en otras ocasiones he escrito sobre los detalles de los tres componentes y lo seguiré haciendo en el futuro, ahora me limitaré al aspecto económico.
Desarrollo Económico Inclusivo
Como hemos comentado antes, la estrategia de desarrollo chilena de las últimas décadas se basó explícitamente en dos grandes avenidas, la integración de su economía al mundo global y el desarrollo de sus infraestructuras internas. A mi parecer el Perú necesita promover las mismas avenidas, añadiendo una adicional, que por nuestra estructura de exclusión social es indispensable, el acceso de los pobres a la economía de mercado.
1. Integración de la economía peruana al mundo global
Para aumentar la productividad de nuestra economía es indispensable ampliar nuestros mercados, promover la inversión de calidad y de largo plazo e incentivar la transferencia de tecnología. Los TLC con los EEUU, con la Unión Europea y con nuestros más importantes socios comerciales del Asia, son la mejor forma de avanzar en esta dirección. Igualmente importante es la integración física con el Brasil.
Así como una economía cerrada es para los pocos privilegiados, una economía abierta es para los muchos. El TLC no se ha hecho, ni es para el 2% de las empresas, ni para el 3% del agro. Como ya hemos visto en ocasiones anteriores, en el agro, donde está la mayoría de nuestros pobres, el TLC puede beneficiar a la gran mayoría de nuestros campesinos, probablemente en el orden del 80% de ellos.
2. Desarrollo de las infraestructuras internas
Como lo ha detallado el IPE, nuestro déficit de infraestructuras internas es inmenso, pero más allá del volumen del esfuerzo pendiente, es muy importante entender que la superación de nuestras carencias tiene un impacto muy importante en el aumento de la productividad de nuestra economía, al disminuir sustancialmente los costos de transacción, y al democratizar el acceso al mundo moderno.
3. El acceso de los pobres a la economía de mercado
Para complementar las dos avenidas de anteriores, y sobre todo para tener una estrategia explícita de desarrollo inclusivo, es indispensable promover que nuestros pobres puedan beneficiarse de los avances tecnológicos del mundo moderno, tanto en sus vidas familiares, como en sus vidas productivas. Esto, por supuesto requiere una mejora sustancial de los aspectos educativos, de salud, justicia y seguridad, pero además es indispensable buscar el aumento de productividad de los oficios tradicionales entre los campesinos, ganaderos, pesqueros, artesanos y otros.
Para lograr esto es indispensable desarrollar una agenda múltiple que abarca los siguientes aspectos:
- La propia ampliación de los mercados a través de los TLC y el IIRSA.
- Igualmente, el desarrollo de las infraestructuras internas
- El acceso al crédito
- La titulación
- La capacitación societaria, fundamentalmente para que puedan contratar con terceros y defender legalmente sus intereses
- Capacitación técnica
- Cadenas productivas, como ya se están formando todos los días en el sector de confecciones, pero sobre todo en el campo
- Pools de maquinarias
- Simplificación administrativa y tributaria
- Educación funcional a los requerimientos laborales
Todo esto es parte de nuestra agenda interna, la apertura, las infraestructuras y la incorporación de nuestros pobres, todo dirigido a aumentar la productividad, todo dirigido a crear el desarrollo inclusivo. ¡Que bien que empecemos a debatir la agenda interna!
A mi me parece que la ‘Agenda Interna’ es justamente la estructura de objetivos nacionales que permiten enrumbar el Perú hacia el desarrollo y éste solo puede ser entendido cabalmente, si lo definimos como desarrollo integral, en lo económico, social e institucional; inclusivo y sostenible.
A pesar del inmenso potencial de desarrollo del Perú, somos un país pobre porque nunca hemos logrado articular una visión de futuro y una estrategia consistente de desarrollo. Sin una visión de largo plazo y sin entender el mundo en que vivimos, nos hemos pasado décadas en desplazamientos pendulares de afirmación y negación de opciones de políticas de desarrollo, en base a enfoques ideológicos, entrampamientos coyunturales, y creyendo que la solución a nuestros males está en una nueva constitución o en las letras del mar legislativo y regulatorio con el que siguen bombardeándonos y paralizándonos, nuestros gobiernos.
No hemos llegado a entender que la estrategia de desarrollo de un país puede albergar distintas visiones ideológicas, siempre y cuando éstas no sean extremistas, como se puede comprobar de los exitosos programas de desarrollo, de sólidas economías de mercado, liderados por los gobiernos socialistas de Nueva Zelanda, Irlanda o Chile.
Por eso es que siempre ha sido muy importante poner el TLC en el contexto de nuestra estrategia de desarrollo. No podemos ver el TLC como una agenda externa desconectada de la llamada agenda interna, el TLC y en general la apertura de nuestra economía, es parte fundamental de nuestra agenda interna. ¿Por qué? Porque lo que necesita nuestra economía es crear un largo ciclo de aumento de la productividad a lo largo y ancho del país, entre las empresas formales e informales, en nuestro sector moderno y en nuestro sector tradicional; y en el mundo de hoy, las mejores probabilidades de lograr éste se dan si podemos generar una revolución productiva e institucional que posibiliten una revolución social.
Veamos. Según lo dicho más arriba el desarrollo debe ser integral, inclusivo y sostenible. En otras palabras, no podemos privilegiar lo económico o lo social, tenemos que hacer un esfuerzo de avance paralelo en los tres grandes componentes del desarrollo, los económicos, sociales e institucionales. Ya en otras ocasiones he escrito sobre los detalles de los tres componentes y lo seguiré haciendo en el futuro, ahora me limitaré al aspecto económico.
Desarrollo Económico Inclusivo
Como hemos comentado antes, la estrategia de desarrollo chilena de las últimas décadas se basó explícitamente en dos grandes avenidas, la integración de su economía al mundo global y el desarrollo de sus infraestructuras internas. A mi parecer el Perú necesita promover las mismas avenidas, añadiendo una adicional, que por nuestra estructura de exclusión social es indispensable, el acceso de los pobres a la economía de mercado.
1. Integración de la economía peruana al mundo global
Para aumentar la productividad de nuestra economía es indispensable ampliar nuestros mercados, promover la inversión de calidad y de largo plazo e incentivar la transferencia de tecnología. Los TLC con los EEUU, con la Unión Europea y con nuestros más importantes socios comerciales del Asia, son la mejor forma de avanzar en esta dirección. Igualmente importante es la integración física con el Brasil.
Así como una economía cerrada es para los pocos privilegiados, una economía abierta es para los muchos. El TLC no se ha hecho, ni es para el 2% de las empresas, ni para el 3% del agro. Como ya hemos visto en ocasiones anteriores, en el agro, donde está la mayoría de nuestros pobres, el TLC puede beneficiar a la gran mayoría de nuestros campesinos, probablemente en el orden del 80% de ellos.
2. Desarrollo de las infraestructuras internas
Como lo ha detallado el IPE, nuestro déficit de infraestructuras internas es inmenso, pero más allá del volumen del esfuerzo pendiente, es muy importante entender que la superación de nuestras carencias tiene un impacto muy importante en el aumento de la productividad de nuestra economía, al disminuir sustancialmente los costos de transacción, y al democratizar el acceso al mundo moderno.
3. El acceso de los pobres a la economía de mercado
Para complementar las dos avenidas de anteriores, y sobre todo para tener una estrategia explícita de desarrollo inclusivo, es indispensable promover que nuestros pobres puedan beneficiarse de los avances tecnológicos del mundo moderno, tanto en sus vidas familiares, como en sus vidas productivas. Esto, por supuesto requiere una mejora sustancial de los aspectos educativos, de salud, justicia y seguridad, pero además es indispensable buscar el aumento de productividad de los oficios tradicionales entre los campesinos, ganaderos, pesqueros, artesanos y otros.
Para lograr esto es indispensable desarrollar una agenda múltiple que abarca los siguientes aspectos:
- La propia ampliación de los mercados a través de los TLC y el IIRSA.
- Igualmente, el desarrollo de las infraestructuras internas
- El acceso al crédito
- La titulación
- La capacitación societaria, fundamentalmente para que puedan contratar con terceros y defender legalmente sus intereses
- Capacitación técnica
- Cadenas productivas, como ya se están formando todos los días en el sector de confecciones, pero sobre todo en el campo
- Pools de maquinarias
- Simplificación administrativa y tributaria
- Educación funcional a los requerimientos laborales
Todo esto es parte de nuestra agenda interna, la apertura, las infraestructuras y la incorporación de nuestros pobres, todo dirigido a aumentar la productividad, todo dirigido a crear el desarrollo inclusivo. ¡Que bien que empecemos a debatir la agenda interna!